sábado, 7 de enero de 2017

In nomine patris et filii et Mater

Desde el 1 de enero de 2017 está en vigor la ampliación de la baja de paternidad, siendo ahora de 28 días. Es una medida que se había venido retrasando algunos años por falta de presupuesto, y tiene sus argumentos a favor y en contra. A mí me hubiera venido de maravilla en su día ese tiempo, porque mi recuperación fue larga y el padre tuvo que cogerse algunos días de vacaciones tras el permiso. Por otro lado, yo tuve que cogerme 2 meses de excedencia en el trabajo (sin cobrar, claro), para poder continuar con los 6 meses de lactancia exclusiva que recomienda la OMS.
Es de agradecer el permiso de 1 mes para el padre, ya que también pasa sin dormir, ayuda a madre y bebé, y carga con todo (trámites, casa, compra, sueño...), mientras la madre casi exclusivamente se ocupa del bebé y de sí misma si puede.
Pero se olvidan todavía del detalle de la lactancia, la madre debería tener 7 meses de baja, como mínimo, porque si la lactancia es hasta los 6 meses, y luego hay que empezar poco a poco a meter frutitas y tal, ¡no llega el tiempo! Y que no me vengan con sacarse la leche en el trabajo y congelarla o lo que sea, no es tan fácil ni sacarla, ni mantenerla ni todas las guarderías te dejan llevar la leche... Aparte de que dejar al bebé con 4 meses y medio es un crimen, tan chiquitín. Bendita tetanalgesia (sí, existe la palabreja), que sirve para todo: tiene hambre, teta, tiene sueño, teta, tiene mimos, teta, tiene dolor, pues teta, no quiere ir en la silla del coche, se hace daño, le ponen vacunas, le sacan sangre, tiene tos... ¡Para todo teta! Es lo mejor que hay, siempre y cuando la madre esté a gusto con dar el pecho, mi hija tomó teta hasta los 22 meses, ella solita lo dejó poco a poco cuando ya no lo necesitó, y bien contentos que estuvimos padre, madre y niña, porque lo que te ahorras en leche en polvo, el tiempo de calentar biberones a las 3 de la mañana (cuando le das el pecho hasta durmiendo tumbada), el trastorno de tener que llevar siempre de paseo un biberón caliente o buscar sitios donde calentarlo, mientras que con la teta te puedes perder en la montaña de senderismo que siempre está lista en toda ocasión, viene de maravilla en los viajes largos también porque paras en cualquier lugar, etc.

Así que mi opinión es: la ampliación del permiso para el padre es un gran avance, pero todavía queda que amplíen la baja de maternidad, y sobre todo la de lactancia, que es mucho más importante, no sólo por el bebé, sino por la igualdad, ya que la madre no tiene por qué coger excedencias renunciando a su sueldo, ni jornadas reducidas con lo que conlleva.

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